La Cosanostra

Hay días en los que la tristeza aparece a la vuelta de la esquina. Sin que nadie la espere. Te hace suyo, se alía con la frustración y la incomprensión y te ganan la batalla. Yo he perdido esa batalla hoy.  Cuando el corazón baja la guardia y esos negros y densos nubarrones se disipan, queda expuesto, vulnerable, a una intensa mirada, a aciagos y traicioneros recuerdos,  a destellos de felicidad perdidos inexorablemente. Dulces momentos con sabor a hiel recorren sin compasión mi alma. Pequeños rizos, cuentos regalados, excursiones de madrugada en busca de tesoros de complicidad llenan el algibe de mi añoranza... El destino es caprichoso y cruel. El universo conspira a favor, pero con demasiada perspectiva,  hundiendo las velas de nuestro horizonte. Sólo queda continuar. Seguir el sendero. Hasta la próxima estación o hasta el siguiente personaje que nos encontremos en cualquier precipicio o en la almena de un vetusto castillo. Sigamos pues  .... quizás el destino no sea sino esa ine