Hoy os voy a dejar en la compañía de un poema de esos que huelen a mazapán de la abuela y a comida con la familia. Unos versos que nos devuelven esa infancia frente al Belén y ese aroma a canela y a Roscón. Feliz Navidad. El camello cojito (Auto de los Reyes Magos) El camello se pinchó con un cardo del camino y el mecánico Melchor le dio vino. Baltasar fue a repostar más allá del quinto pino... e intranquilo el gran Melchor consultaba su 'Longinos’. —¡No llegamos, no llegamos y el Santo Parto ha venido! Son las doce y tres minutos y tres Reyes se han perdido. El camello cojeando más medio muerto que vivo va espeluchando su felpa entre los troncos de olivos. Acercándose a Gaspar Melchor le dijo al oído: —Vaya birria de camello que en Oriente te han vendido. A la entrada de Belén al camello le dio hipo. ¡Ay qué tristeza tan grande en su belfo y en su hipo! Se iba cayendo la mirra a lo largo del ca
Osado, imprudente y temerario lector. Está usted a punto de adentrarse en un mundo desconocido,donde la tristeza y la pasión son inseparables. Un mundo repleto de gemidos en la noche, jirones en sensibles corazones, insomnio y duras lágrimas sobre intencionadas miradas. Un mundo de maliciosas gotas de sangre, rosas con espinas y educadas sonrisas tras cada venganza. ¿Se atreve a entrar? Benvenuto nella Cosanostra.