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Mostrando entradas de abril, 2015

Fracaso

Muchas son las sensaciones que a veces se quedan impregnadas en lo más profundo de nosotros. A veces las reconocemos, y otras, en cambio, son completamente nuevas, descubiertas en lo ajeno pero nunca experimentadas en nosotros mismos. Sentimientos que nos hacen sentir bien en ocasiones, o que nos angustian y nos dejan un mal sabor de boca en otras, un sabor difícil de olvidar en el futuro. El fracaso es una de estas sensaciones, o más bien, un sentimiento que se parapeta en los sentidos y se atrinchera en el ánimo, anulando cualquier brote optimista. Fracasar es fijarse una meta, darlo todo, pelear muy duro para conseguirla, y nunca llegar a cruzar la línea. Fracasar es acabar derrotado, una y otra vez, con esa asquerosa sensación de vacío y de impotencia, y observar victoriosos junto a ti a individuos que no han dado ni la mitad que tú. Fracasar es caerse y levantarse, una y otra vez, durante varias eras, siempre con la misma ilusión y con la misma determinación, y regres

Confesión

" Eres el hombre de mi vida ", le dijo ella...  Y entonces él notó pequeñas y traviesas lágrimas resbalar por sus mejillas... lágrimas que consiguieron mezclarse con ese amargo insomnio que nublaba desde hacía noches su entendimiento...

Incertidumbre

Tarde machadiana de lluvia y claroscuros. Timorato asomo de la primavera entre nubes y promesas de verano. Estoy cansado,el paso de las horas hacen ya mella en mi raciocinio y las letras se escapan huidizas por mi narcotizados sentidos.  Como bien diría el poeta de la Arboleda, días llevo en los que son comunes y demasiados frecuentes los retornos de lo vivo lejano. Hoy el amanecer ha tenido un sabor a impotencia, a rabia contenida y me he sentido cuan marioneta en manos de una cruel mano mecedora. ¿Juegan conmigo? De nuevo mi corazón ha sentido esa salpicadura de escozor, de frustración al ver cómo se escurre entre mis manos toda esa eternidad construida. La crueldad es absoluta cuando los iconos son grises, cuando las amorosas frases se llenan de carga semántica y dejan de atraer esas mariposas, cuando los rincones de cada tarde o de cada mañana, nidos francos desde los que se espera esa metáfora de un beso, o esa caricia desde tantos kilómetros, se engalanan con ladrillos y ceme