Llévame contigo. Toma mi cálida mano y comprueba que mi pulso es feliz en tus amaneceres de carcajadas y en tus oquedades de estabilidad, en tus principados de nobleza y en el cálido tintineo de ese tu corazón imbuido de inmediatez. Tus nocturnos demonios son pasto de tu voluntad y consecuencia de tu equívoca inercia. Respira tras cada suspiro, relame el salado sabor de tu inigualable boca inundada de sollozos, de himnos de denostada autoestima. Afila la lanza y sigue parapetada tras la manzana de tu escudo. Blanda como el turrón y sabrosa como el azufre. Demasiado cemento de nostalgias infantiles para levantar un muro de besos, tus besos, sobre cimientos de pasión almendrada y tabiques de estallidos contenidos en el silencio de las entrañas. Por favor, que me lleven contigo. Llévame, no me dejes aquí. Hazme un hueco entre los misteriosos dibujos de tu piel, entre los dispares mundos que acaecen y que nos envuelven, rodeados de los falsos e inocentes actores que supiste seducir y con
Osado, imprudente y temerario lector. Está usted a punto de adentrarse en un mundo desconocido,donde la tristeza y la pasión son inseparables. Un mundo repleto de gemidos en la noche, jirones en sensibles corazones, insomnio y duras lágrimas sobre intencionadas miradas. Un mundo de maliciosas gotas de sangre, rosas con espinas y educadas sonrisas tras cada venganza. ¿Se atreve a entrar? Benvenuto nella Cosanostra.