Y mientras acariciaba el salpicado cristal de la copa, el mundo, congestionado tras mucosas de lacerantes intentos, achispado y aterido, se apresuró demasiado, se envolvió en crueles torbellinos de palabras y de recuerdos y, sin planificación alguna, se atragantó de realidad y de sufrimiento, plenas sus fauces y abatidos sus sentidos. Una ecuánime sonrisa tras el siempre hiriente orgullo. Una mano con naipes marcados y un gratuito farol. Pero no había partida. El tapiz no era verde, el crupier tenía arena en las cejas y el whisky con soda sabía a despedida y arrepentimiento. El sol catigaba la piel y el silencio hacía el amor con el alma. El tiempo se tornó en una fuga de desdentados acordes y la musas, si antes parapetadas tras paletas de maquillaje y juegos florales, ahora escalaban hacia la trasnochadora luna y el afónico lobo. Navegábamos con rumbo incierto, con el daño en la proa y en la popa el placer, con calafateados jirones en las entrañas y trazos de rímel en l
Osado, imprudente y temerario lector. Está usted a punto de adentrarse en un mundo desconocido,donde la tristeza y la pasión son inseparables. Un mundo repleto de gemidos en la noche, jirones en sensibles corazones, insomnio y duras lágrimas sobre intencionadas miradas. Un mundo de maliciosas gotas de sangre, rosas con espinas y educadas sonrisas tras cada venganza. ¿Se atreve a entrar? Benvenuto nella Cosanostra.